Se sitúa en el borde septentrional de la Sierra, a mitad de camino entre Zafra y Jerez de los Caballeros, al abrigo de su poderoso castillo. Inmediato a la población, en un paraje de gran belleza natural, se encuentra un puente medieval de tres arcos, y en la dirección contraria la albuera erigida en el siglo XVIII por el obispo de Badajoz, Merino Malaguilla.